Dios siempre se a derramado en Generosidad, Es el Centro de nuestra vida.  Mi esposa, Tere Villarreal de Dillon y yo,  hemos estado comprometidos con causas sociales y de beneficencia. Sin embargo, nuestra conexión con la Asociación Alzheimer Monterrey surgió de experiencias personales que marcaron nuestras vidas de manera significativa. En una etapa de nuestra vida , Mi queridos Suegros La Señora  Lolita Guzmán Páez de Villarreal, y mi suegro, Don Gilberto Villarreal, decidieron pasar su vejez con nosotros, fue entonces cuando empezamos a notar que Mamá Lolita mostraba signos de deterioro cognitivo leve, el cual fue avanzando hasta tener el diagnostico de Alzheimer. Esta fue una experiencia difícil, pero también muy enriquecedora para nuestra familia Dillon Villarreal. Mi Esposa Tere fue la cuidadora principal por 13 años.

Más tarde, también vivimos el caso de mi padre, Don Roberto Dillon Barrera, quien padeció de demencia vascular severa. Afortunadamente, para entonces, ya estábamos más preparados para enfrentar este nuevo reto de vida. Sin embargo, cada enfermedad de demencia es única y exige lo mejor de cada familia para sobrellevarla en paz, ya que el desgaste emocional y físico puede ser enorme, tanto para la familia como para los cuidadores.

Este recorrido personal nos llevó a comprender que nuestro llamado era apoyar a otras familias que atraviesan por situaciones similares. Así, nos involucramos en la Asociación Alzheimer Monterrey, cuya principal misión es acompañar y capacitar a los familiares y cuidadores en cómo atender a sus seres queridos y, al mismo tiempo, cómo cuidarse a sí mismos para evitar un colapso psicológico que podría llevar, sin querer, a maltratar a su familiar.